Thursday, December 27, 2007

desapego

Tenés que elegir, me dijo, o ella o yo. Me dijo también que el amor es efímero, que el dolor se atenúa pero no desaparece, que el sexo es casi una gran mentira y que los amigos se van. Yo no pensaba eso, al contrario. Para mí el amor era el sustento real de mi vida, el dolor atenuado poco a poco desaparecía, el sexo la única verdad tangible y los amigos se quedaban, al menos hasta ese momento había sido así. Yo le dije que no podía elegir, y era verdad. Le dije que era como elegir entre mis piernas y mis brazos, entre mis ojos y mi boca, entre la pizza con cerveza y el asado con vino tinto. No podía. Ante la insistencia y ante algunas lágrimas que me conmovieron, opté por desaparecer un poco. Me fui lejos, no me acuerdo bien adonde, a algún lugar en el que no me encontraran. Yo creo también que aunque no podía elegir, y eso es verdad, ya había elegido. Sin querer y sin poder, ya había elegido. Mi elección no era sabia, no era meditada, no era conveniente, mi elección se había forjado incluso por sobre mi mismo, por sobre mis propios valores y deseos, por sobre mi propia voluntad.
"O ella o yo". ¿Ella o ella? Ellas o yo.
Después de un tiempo Paula me dijo que se había hartado y que me dejaba. Y Carla me dijo lo mismo. Se habían cansado y me dejaban, las dos. Me quedé solo, pero no me desesperé. Yo soy un hombre de carácter templado, raramente me desespero, y ciertamente no me desespera la soledad.
En ese momento de mi vida las cosas estaban más o menos encaminadas y me pude dar el lujo de volver a desaparecer. Me fui, ruta tres, bicicleta y carpa, para irme más lejos de lo que ya estaba. Al final, ninguna. Tal vez esa era la respuesta. Tal vez esa era mi elección.
Estuve viajando por la ruta tres al menos cuatro o cinco meses. Perdí un poco la cuenta, no tengo muchas referencias más que el clima. Cuando salí hacía frío, cuando volví, calor. Pocas lluvias por el sur, poca agua. Mucha gente. Conocí a otras mujeres y me enamoré de dos o tres, pero las iba dejando en el camino porque quería seguir pensando. No acepté distracciones, o al menos no más que las indispensables. Amores de dos o tres días está bien. Me gusta amar a las mujeres que amo, me gusta enamorarme. De un hombre no, nunca me enamoré. Alguna vez pensé que estaba enamorado de alguno, pero después me di cuenta de que no era amor, tal vez admiración e idolatría. El amor es distinto. Además nunca sentí ganas de besar a un hombre. No me gustan.
Tuve algunos amigos. Pero también los fui dejando en el camino, porque de una u otra manera me distraían. Me distraían con su silencio, con su camaradería y, sobre todo, con su comprensión. Al fin y al cabo yo no quiero que me comprendan. No ando buscando consuelo por el mundo. La vida es así, y así hay que vivirla. Que alguien se fraternice con uno no ayuda en nada. Las miradas cómplices me molestan un poco. Si algo tengo de bueno, creo, es que no le temo a la muerte. Me importa poco y nada lo que pase después, no tengo alma, mi presente es hoy y es mi cuerpo, es ahora, mañana no existe y ayer ya pasó, si me muero y soy polvo y no soy nada, nunca me voy a enterar. Tampoco me importa la muerte de los otros. No me apego a las personas ni a las cosas, hoy están, mañana ¿quién sabe?, no puedo extrañar a un muerto, es algo sin sentido, querer un imposible, anhelar una luna que no solo es lejana, también es de otro.
Durante el viaje no pensé demasiado, a pesar de que había tomado todas las precauciones para poder hacerlo. Más disfrutaba el paisaje y el frío y el calor y el dolor de las piernas cansadas, que pensaba en todo lo que había tenido y perdido. En algún momento llegué a olvidarme de por qué me había ido. Ese fue un momento lindo. Lo disfruté mientras duró y, cuando volví a acordarme de mis penas, no lo anhelé tampoco a él. Mis penas no eran tales, eran vagos recuerdos de algún pequeño malestar, más malestar por incomodidad que por otra cosa. Por eso me gusta estar solo, estoy más cómodo conmigo mismo que con cualquier otra persona. No tengo esa necesidad que tienen algunos de andar compartiendo ideas y pensamientos, no quiero transmitir nada a nadie y menos recibir lo que otros quieren transmitirme. Estoy solo, soy feliz. Esa es mi realidad.
Después volví. Ese fue otro momento lindo. Siempre es lindo volver, reencontrarse con lugares y con cosas que no extrañábamos, pero recordábamos. Al final no supe cual había sido mi elección, ya habían elegido por mí, como sucede casi siempre. Nos creemos dueños de nuestra vida y de nuestros actos, pero no es así. Yo acepté mi destino, como lo sigo aceptando hoy en día. Soy feliz, o al menos no soy infeliz, que es lo mismo que ser feliz. Anhelo de vez en cuando, eso sí, la soledad de la ruta y el silencio. Pero en cualquier momento me escapo de nuevo, y esta vez, ¿quién sabe?, tal vez sea para siempre.

13 comments:

CCDSY said...

Muy buen cuento Rosario!! Menos mal que paso a chusmear cada tanto!!

rs said...

Gracias CCDSY! Què raro que todavìa pase alguien por acà... igual, siempre bienvenidos, por supuesto.

Horacio said...

che eva, está bueno pero tiene un error

en una parte, donde debería decir "pizza con cerveza" dice "sushi con cerveza"

capaz que se te escapó, no sé, es un detalle :P

rs said...

Sì, no se, a mì no me gusta el sushi. Y ahora lo sè positivamente, porque me OBLIGARON a probarlo :P

Horacio said...

uno siempre se puede negar, jamás me harán probar algo que salga del agua, y menos crudo

Anonymous said...

Es como si lo conociera... ¿Todos se identificaron con el personaje, como yo?

rs said...

Hola anonymus. Identifiquese, por favor :P

Anonymous said...

Hola Rosario!

Muy lindos los cuentos que leí, che, pero una consulta... siempre tienen ese tinte esquizoide... por algún motivo en especial?

Pasa seguido por mi blog, que estoy actualizando por lo menos una vez por semana...

rs said...

Eh eh! Más respeto!
Paso por tu blog, por ahí silenciosamente, pero paso.

Horacio said...

desapego al blog :P

CCDSY said...

Feliz Cumple Rosario!!! Que lo pases lindo!!!

Guillermo said...

Feliz cumpleaños !!!!!

Que estes bien!!!

P said...

Sonrisa blanca con olor :D