Wednesday, February 14, 2007

el hombre que no fue feliz.

Llegó, después de tanto tiempo. En el vacío escuchaba su voz como un eco. Desesperado, corrió por las vías, buscando el tren, pero ni eso lo iba a salvar esta vez.
Otro día, rodeado de libros. Otro día, sin hablar con nadie. Otro día. Y otro.
"Así nunca va a ser feliz", las palabras que lo condenaron. La profecía se cumplía, y el hombre no lo notó hasta que no fue demasiado tarde. El epitafio rezaba, entre logros y medallas, "pero no fue feliz". Oh! Condena! Su sangre diluida en otras sangres lo supo antes que él...

2 comments:

rs said...

Gracias VP por darte una vuelta por acá!

Vero said...

Eva, me gusta mucho lo que escribís! Y no es por la "cara de loca"!!! Me gusta, quiero más!!! (ya sabés soy hedonista e insaciable)